sábado, 23 de mayo de 2009

9 años del aplastamiento de la insurrección estudiantil


En el año 2000, ante la sorpresa generalizada de toda la ciudadanía de Nueva Sodoma, toda la gente bien de esta nuestra urbe tan amada, nos escontramos con que un grupo de adolescentes que se hacían llamar pacifistas, ecologistas y todos los istas que os podáis imaginar, organizaron una manifestación para pedir la firma de un tratado de paz entre las dos ciudades y por la unidad de los territorios neobíblicos en el siglo XXI.

Hoy, cuando se cumplen nueve años de aquella manifestación, que fue convenientemente disuelta por las fuerzas de seguridad de la Nueva Sodoma, nos preguntamos qué es lo que queda de aquel eco juvenil, qué es lo queda... Aunque también nos preguntamos si aquella pandilla de jovenzuelos no estarían financiados por los neogomorritas, con la intención de crear desórdenes en nuestra ciudad. Divide y venceras, debieron pensar los oligarcas de Nueva Gomorra. ¡Pues no!

Hoy rendimos homenaje público a nuestras fuerzas de seguridad. ¡Viva la Policía Política Neosodomita! ¡Viva el Ejército Impopular de la Nueva Sodoma!

miércoles, 6 de mayo de 2009

Señor César Giménez, Señor Tíscar... ¡Vengan con nosotros!


Consejo Interracial de Críticos Literarios de la Nueva Sodoma

La Portavocía del Consejo Interracial de Críticos Literarios de la Nueva Sodoma quiere felicitar a dos amigos, sí, dos amigos que, no sabiendo de nuestra existencia, han bebido de las mismas aguas que nosotros, qué decimos, han sabido zambullirse de lleno en nuestros lagos de odio fervoroso contra Nueva Gomorra y sus bastardos ciudadanos. Por eso, desde aquí queremos felicitar al señor Jesús Tíscar, fabuloso novelista y colaborador asiduo del Diario Jaén, y al señor César Giménez, fantástico señor también, por su impagable labor en pro de una sociedad limpia de escoria neogomorrita.

"Ante esta obra de Juan Cruz, ganadora del Premio Andalucía Joven de Narrativa 2008, la primera palabra que viene a la mente es 'desigual', término confirmado en la propia contraportada del libro al hablarse de relatos disímiles, lo que confirma que se trata de una colección de un autor en claro proceso de aprendizaje.Se diría, de forma pretenciosa, que recuerda al primer Borges, pero se sitúa en un plano más cercano a Ray Loriga, si es que este autor ha creado escuela, y si acaso es necesario seguir una escuela. La juventud del autor se refleja en su impaciencia por llegar a un final cuanto más sorprendente mejor. Tanto se centra Cruz en la meta que, a menudo, olvida disfrutar las bellezas del camino. Así, gran parte del trayecto es desperdiciado ante el ansia por lo inesperado. De este modo, una mayoría de las historias repiten el mismo, a veces monótono, patrón.Casos destacados son microrrelatos como los números 17, 29, 32 y 48 entre otros, que presentan una estructura distinta y no se centran tanto en una supuesta línea de llegada, en los que realmente se aprecia el potencial de un joven escritor todavía en ciernes. Lo importante es que se vislumbra un estilo aún por pulir. El mismo Cruz, cuando dentro de 30 años vuelva a leer estas páginas, encontrará en sus palabras las que necesitaba para encontrar una voz y un estilo propios, sin que su lectura traiga a la memoria otros, sino que la lectura de otros incipientes autores tenga como referencia la del jiennense.Aunque suena feo, hay casos en que es necesario ejercer la discriminación, pero con relación a lo que leemos. No podemos absorber toda literatura a modo de esponjas. Se necesita ser capaz de discernir entre lo que hoy merece la pena ser leído por nosotros y lo que no, aunque lo avale haber ganado un certamen como éste. Por último, cabe preguntarse acerca de los posibles motivos que han llevado a la proliferación de concursos y premios literarios de este tipo".

D. César Giménez

http://www.ymalaga.com/cultura/libros/critica-libro-juan-cruz-ganador-narrativa-joven-andalucia.9663.html

"Si el cartel lo hubiera encargado, pongamos por caso, la Peña de Espizcadores de Corchos Usados, se lo perdono, por nada del mundo se me ocurriría tratar de humillarlos con una columna, porque los espizcadores de corchos, sin dejar de ser un noble entretenimiento el suyo, no tienen por qué conocer las reglas ortográficas, ni siquiera las más básicas, ya bastante tienen con procurarse el endurecimiento adecuado de las uñas para realizar su labor con eficacia. Pero a una universidad no se lo perdono. A la Universidad de Jaén no. No le perdono que en el cartel de su “LiteraDura” escriban “Videorecital” en vez de “Videorrecital”. ¿Es posible que toda una Uja Piruja no se haya percatado de la pifia? ¿De qué va el coordinador del evento, José Javier Cerezo Cantero, organizando cosas literarias y dejando pasar tamañas faltas de ortografía en su propaganda, de guay o de qué? Porque no es errata, eso no es errata, es error, un error muy extendido entre el vulgo, que le tiene mucha afición a dejar la erre viuda cuando (sin ir tras ene o ele, ¿os acordáis de la escuela?) decide pegar palabras y quedarse tan fresco y seguir viviendo como si no hubiesen cometido crimen alguno. Por supuesto, esto es una venganza por no haberme metido a mí en los recitales, claro".

D. Jesús Tíscar